Cómo comprar fuentes de uso comercial

Cómo comprar fuentes de uso comercial

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La fuente perfecta, seleccionada con mimo tras muchas deliberaciones, puede marcar la diferencia entre una campaña de marketing mediocre y una identidad de marca sólida que deje una huella imborrable.

No obstante, si tu intención es usar fuentes para crear materiales comerciales, debes tener en cuenta una serie de cuestiones legales. Antes de usar una fuente para tu próximo proyecto comercial, debes asegurarte de tener resueltos todos los aspectos relacionados con la licencia. A continuación, te explicamos cómo comprar fuentes de uso comercial y te detallamos toda la información que necesitas para obtener las licencias correctas y asegurarte de que haces un uso completamente legítimo de las fuentes.

¿Qué se considera un «uso comercial» en materia de fuentes?

Si una fuente tiene una licencia comercial estándar, podrás usarla para proyectos con ánimo de lucro. Por ejemplo: 

  • Publicidad 
  • Identidad de marca 
  • Envases y embalajes de productos 
  • Sitios web 
  • Aplicaciones 
  • Software 

Dicho de otro modo, cualquier uso de una fuente con el objetivo de generar ingresos monetarios se considera «uso comercial».

Cómo elegir el modelo correcto de licencia de fuentes web y para ordenador.

 

A la hora de comprar fuentes de uso comercial, debes determinar qué modelo de licencias de fuentes vas a necesitar. Las licencias de fuentes web y para ordenador son dos de las categorías de licencias de fuentes más comunes: 

  • Licencias para ordenador: te permiten instalar fuentes en tu ordenador para utilizarlas en programas de diseño. 
  • Licencias de fuentes web: te permiten incrustar las fuentes en el código de un sitio web o correo electrónico. 

¿Qué ocurre si no compro una fuente de uso comercial?

Usar una fuente con fines comerciales sin contar con el contrato de licencia adecuado puede tener consecuencias legales costosas. Las fundiciones tipográficas (empresas propietarias de las fuentes que diseñan y crean) gozan de derechos de autor que protegen su propiedad intelectual. Aunque técnicamente no pueden registrarse derechos de autor para los tipos de letra, estos sí están sujetos a las leyes de derechos de autor porque son un tipo de software.

Usar fuentes para proyectos comerciales sin pagarlas es tan ilegal como inmoral. Es un tipo de robo que puede causar contratiempos y problemas que podrían salir muy caros.

Si no pagas por una fuente comercial antes de usarla y alguien se da cuenta de que estás infringiendo la legislación en materia de derechos de autor, la empresa propietaria de la fuente puede enviar una carta de cese y desistimiento en la que te exija el pago de una licencia retroactiva. Es probable que tengas que pagar mucho más por esta licencia de lo que te habría costado pagar la fuente desde el principio.

Si no puedes afrontar dicho pago, podrías enfrentarte a más consecuencias legales. Incluso podrían denunciaros a ti o a tu cliente. Quizás el ejemplo más conocido sea el caso de NBCUniversal, que recibió una denuncia por robo de fuentes que ascendía a unos 3,5 millones de dólares, aunque finalmente se negoció un acuerdo para resolver la demanda.

¿Cómo puedo saber si una fuente es gratuita o de uso comercial?

«No pasa nada, yo estoy usando una fuente gratuita», puede que pienses, y creerte fuera de peligro. Sin embargo, incluso las fuentes gratuitas pueden ser problemáticas en función de los términos de sus licencias. Si usas una fuente cuya licencia estipula que es «gratuita para uso personal», pero no para uso comercial (es decir, con el objetivo de ganar dinero), tanto tú como tus clientes podríais meteros en problemas legales.

Aunque una fuente sea gratuita, debes consultar la licencia y no dar por sentado que puedes usarla con ánimo de lucro en proyectos publicitarios, de imagen de marca o de diseño web. Además de los riesgos legales asociados al uso comercial de fuentes gratuitas, la impredecibilidad, la ausencia de glifos y otros quebraderos de cabeza son otras razones de peso por las que pagar por fuentes de calidad.

Sea gratuita o no, cualquier fuente que descargues debe ir acompañada de un contrato de licencia de usuario final (CLUF) en el que se indique exactamente con qué fines puedes usar dicha fuente. Para determinar si una fuente se puede usar gratis con fines comerciales, tendrás que leer los términos de la licencia y ver si estipula explícitamente que se puede usar con dichos fines. La SIL Open Font License (OFL) es la licencia de fuentes de código abierto más común que puedes encontrar, pero hay muchas otras más.

Si después de leer los términos de la licencia de una fuente sigues sin tener claro si puedes usarla con fines comerciales, puede que debas contactar directamente con la persona o entidad que la haya diseñado o sea su propietaria (por ejemplo, la fundición que la haya creado) para que te lo aclare.

¿Dónde debo comprar fuentes de uso comercial?

 

En lugar de comprar fuentes por separado (y tratar de llevar un seguimiento de las licencias que se usan en toda tu agencia y a lo largo del tiempo), puedes optimizar el proceso tipográfico invirtiendo en una suscripción de fuentes que incluya un gestor de fuentes que centralice todas tus fuentes en una biblioteca unificada.

Monotype Fonts es el principal gestor integral de fuentes ubicado en la nube. Con una suscripción a Monotype Fonts tú y tu equipo creativo tendréis acceso instantáneo a las más de 150 000 fuentes de calidad profesional de la biblioteca de Monotype y sus fundiciones asociadas, así como a la organización integral de vuestra colección de fuentes.

Elige de entre una serie de suscripciones a Monotype Fonts para particulares, equipos y empresas de gran tamaño, y personaliza tu plan según tus necesidades comerciales. Accede a todos los tipos de fuentes imaginables y disfruta de la tranquilidad de saber que no corres el riesgo de tener que lidiar con ese temido mensaje de error: «Faltan fuentes».